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Astrología y el miedo a cambiar

Si tenemos miedo a cambiar, conocer algunas posiciones planetarias o configuraciones en nuestra carta natal puede ayudarnos a identificar estos miedos y la razón por la cual nos asusta entrar en contacto con nuestro Sí mismo verdadero.
Si tenemos a Saturno en la casa IX o en aspecto con Júpiter, es muy posible que proyectemos  el Super Yo sobre su Sí mismo Superior. Esto también sucede si tenemos Saturno en Sagitario o Júpiter en Capricornio. Cuando Saturno está en contacto con Júpiter los temas morales y éticos que se infiltran en nuestro sistema de creencias. Nuestra filosofía de vida se mezcla con el deber ser y podemos sentirnos culpables cuando no estamos a la altura de nuestros principios más elevados, esto es decir, cuando no logramos responder de acuerdo a nuestras creencias, y hasta podemos sentirnos juzgados por su Sí mismo Superior, que puede parecernos autoritario y dogmático. Estas configuraciones realmente representan cierta rigidez, porque nos exige actuar de acuerdo a reglas muy fijas y nos impide abrirnos a nuestro ser verdadero.
Saturno representa aquello que debemos enfrentar antes de poder abrirnos al Sí mismo Superior. La casa en donde se encuentra Saturno es donde uno se siente débil y vulnerable; pero hay que atravesar el portal para llegar a los planetas exteriores (Urano, Neptuno y Plutón) donde podremos conectarnos con algo más vasto que nosotros mismos. Por esta razón si Saturno se encuentra en alguna de estas posiciones, debemos trabajar con nuestras creencias fijas para abrirnos a una nueva comprensión más amplia. Después de todo, Saturno nos muestra los puntos vulnerables del yo, y es a causa de esa vulnerabilidad que intentamos protegernos, pero es a través de Saturno que llegamos a ver la vida de otra manera.
Ir más allá de Saturno significa que entramos en el dominio de Urano, Neptuno y Plutón y estos planetas exteriores nos hacen tomar consciencia de que formamos parte de algo mucho mayor. Pero si tenemos Urano, Neptuno o Plutón en aspecto con Júpiter, o alguno de estos planetas en la casa IX, creemos que si nos abrimos a las energías transpersonales, entonces tendremos que cambiar y renunciar a todo los que nos da seguridad. Podemos pensar que el Sí mismo Superior nos exigirá cosas muy extremas o nos alterará radicalmente la vida.  A veces el Sí mismo transpersonal nos pide algunas renuncias que pueden ser dolorosas, pero la pérdida permitirá que algo se abra. El Sí mismo Superior es una parte nuestra universal que está conectada con el Todo. El Sí mismo nunca puede llevarnos a separarnos de la vida, sino todo lo contrario, nos permite una unión total con la vida. Finalmente lo que ganamos es mucho más de lo que perdemos.


(adaptación “La Dinámica del Inconsciente” Liz Greene)

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