Urano tiene un ciclo completo de 84 años, cuando recorre
medio ciclo, Urano se ubica en oposición a nuestro Urano natal. Este tránsito
nos ocurre a todos alrededor de los 42 años y coincide con lo que llamamos la
crisis de los 40.
Esta fase representa uno de los puntos decisivos en nuestra
vida, porque es durante este tiempo en que sentimos que desarmamos el
rompecabezas de nuestras vidas y volvemos a armarlo con las mismas piezas pero
de una manera distinta.
Es el momento en que necesitamos integrar aspectos de
nuestra personalidad que hemos postergado. El grado de conflicto que
experimentemos dependerá de que tan rígida o flexible es nuestra estructura. ¿Podemos evitar esta crisis? Sí, podemos evitar
enfrentarla, y los problemas se ocultarán transitoriamente hasta que otro
tránsito de Saturno o Urano los haga salir a la luz.
Durante esta etapa nos damos cuenta del paso del tiempo y
nos ponemos a evaluar nuestros logros y fracasos. Si el autoexamen tiene un
saldo negativo en nuestra lista de logros y pensamos que no estamos a la altura
de lo que esperábamos de nosotros mismos, entonces es momento de plantearnos
metas más realistas. Aún así, si hemos logrado todo lo que nos hemos propuesto,
sentiremos que algo nos falta. Urano se las arregla para
hacernos sentir incompletos, para que decidamos hacer algunos cambios. Comienza nuestra búsqueda, que no es fácil, ni placentera.
En muchas ocasiones sentimos la necesidad de tirar todo por
la borda, pero sabemos que no podemos y empezamos a sentirnos inquietos,
buscamos llenar nuestro tiempo de actividades para no sentir el vacío que Urano
nos quiere mostrar. Y tal vez, la clave es permanecer en esta sensación de
desasosiego para poder introducir los cambios que necesitamos para sentirnos
más completos.
Si evitamos los cambios nos quedamos atrapados. Hay que
entrar en la crisis, atravesar nuestra oscuridad y ver a que puerto nos lleva.
En el camino quizá debamos enfrentarnos con emociones que no estamos dispuestos
a admitir en nuestra naturaleza. Quizá aparezca nuestro costado cobarde, o nos
demos cuenta de nuestras dependencias y apegos. Integrar estos sentimientos que siempre hemos tratado de negar nos
volverá más auténticos. En última instancia, Urano siempre quiere que seamos
nosotros mismos, con nuestras fortalezas y debilidades. Es una manera de
expandir nuestra identidad, y este es el trabajo que comienza con la oposición
de Urano, pero que continuará durante el resto de nuestra vida.
En este proceso de integración suele ocurrir que empezamos a
integrar nuestras energías femeninas y masculinas.
Los hombres que hasta el momento se han dedicado a actuar en
el mundo externo, orientados a conseguir logros en su trabajo o profesión,
comienzan a tener una necesidad de mayor intimidad, empiezan a cuestionarse el
tiempo que pasan fuera de sus casas y deciden pasar más tiempo con sus familias. Su
atención se vuelve hacia el interior. Algunos hombres cambian de trabajo en
esta época, o cuando esta opción no es posible tratan de adaptar sus horarios
para dedicar más tiempo a nuevos intereses que satisfagan la expresión de sí
mismo.
Para las mujeres suele suceder todo lo opuesto. Si ha pasado
gran parte de su vida ocupada en sus relaciones y en las necesidades de sus
hijos, buscará realizarse en el mundo exterior y lograr nuevas formas de
reconocimiento. Algunas mujeres deciden comenzar o terminar estudios
pendientes, otras se vuelcan al crecimiento laboral, buscando cada vez mayor
autonomía. Pero también puede ocurrir, sobre todo en estos tiempos que la mujer
haya alcanzado importantes logros profesionales y que ahora sienta la necesidad
de desviarse para poner su atención en una relación o plantearse la posibilidad
de tener hijos.
Cualquiera sea nuestra situación, Urano nos hace sentir
descontentos y nos exige que hagamos cambios, para volvernos individuos más
integrados, auténticos y completos. Es el momento en que por fin decidimos que
queremos ser nosotros mismos, aunque eso signifique soltar un trabajo, una
relación, una forma de vida. Estamos preparados para dar lugar a lo nuevo.
Urano natal en casa 1, urano solar en casa 8 (superpone la casa 7 natal) Un cambio muy brusco, con la necesidad de sacarme el peso familiar como si sacara una capa vieja sin importarme lo que pasa.
ResponderEliminarCAMBIAR DE TRABAJO, VIVIR EN OTRO LUGAR CON MI PEQUEÑO HIJO... NO ME IMPORTA NADA LO EDIFICADO EN EL PASADO. solo que lo económico no está de mi lado.
Saludos buen estudio de la mejor ciencia
ResponderEliminar