Venus en Sagitario

 

    Para Venus en Sagitario, la vida es un viaje lleno de placer y aventura. De espíritu explorador, disfruta del aire libre, la naturaleza y descubrir países exóticos. Representa la energía del adolescente que sale a conocer el mundo, experimentando una libertad recién conquistada. Venus en Sagitario se siente fascinado por los viajes, la riqueza cultural, el arte y la estética de otros lugares. Ama saber que el conocimiento va más allá de los libros. En su interior, un espíritu indómito se entrega al movimiento y a la libertad que lo caracteriza. Es un alma libre, atraída por lo lejano, y puede experimentar amores a distancia o relaciones en las que el viaje, ya sea físico o mental, esté siempre presente. Explorar nuevas dimensiones de la vida no siempre implica cruzar océanos; a veces es solo ampliar la mirada.

    La generosidad, la libertad y la honestidad son los cimientos de sus relaciones. La idealización actúa como un escape, y suele necesitar tiempo para echar raíces en un vínculo. Es común que acumule varias aventuras antes de comprometerse con una sola persona. Pero, ya sea un amor fugaz o duradero, su entusiasmo y efusividad son contagiosos, y su expresión afectiva puede llegar a ser intensa y desbordante. En su camino, se siente atraído por personas de mente abierta, tolerantes, viajeros del mundo, amantes del conocimiento, aventureros, políglotas, estudiantes eternos, maestros y profetas. Un rasgo común que llama su atención es la risa contagiosa, el entusiasmo genuino, la confianza, la alegría desbordante y un optimismo imbatible.

    La relación ideal le ofrece amplio espacio para moverse con libertad, donde sus intereses se complementen y abran nuevas puertas. La motivación debe mantenerse viva, lo que le permite sostener una historia de amor, incluso si es solo en la imaginación. En ese sentido, vive las relaciones como un viaje sin destino fijo, con un mapa en mano y la confianza de que llegará a un buen lugar. En su travesía, busca un compañero que se sume a su ruta, alguien sin prisa por llegar, dispuesto a disfrutar el recorrido.