Venus en Géminis

    La persona con Venus en Géminis siente un especial amor por las palabras, por la mente que las crea y por las conexiones que generan. Disfruta hablar, leer, escribir, estudiar, aprender y enseñar. Sus intereses son amplios y a menudo se solapan, pero siendo Venus y Géminis, suele inclinarse por la literatura en casi todos sus géneros, con cierta preferencia por las novelas románticas.

    Es un comunicador hábil, sabe cómo usar las palabras para agradar y valora el diálogo inteligente, el intercambio, la diversidad, la curiosidad y el buen humor.

    Su actividad favorita es conectar mentalmente con otros. Se siente atraído por personas destacadas por su inteligencia, a menudo vinculadas a ambientes literarios o intelectuales. Para este Venus, el amor es un juego donde la tensión mental es señal de atracción; sin conexión intelectual, no hay vínculo posible. Le seducen más las palabras que las acciones. Aunque suele relacionarse con personas intelectuales, también busca diversión y permite que aflore su lado infantil, prefiriendo la ligereza de la risa sobre la profundidad emocional. Sus relaciones se sustentan en el estímulo mental constante. Cualquier conflicto o desacuerdo debe ser hablado, explicado y aclarado. Lo importante es que siempre haya espacio para el diálogo, tiempo para jugar, posibilidad de cambiar de opinión y un dinamismo que nunca se agote.

    En su ligereza, el compromiso puede demorarse o incluso evitarse, ya que si la relación se vuelve monótona, Venus en Géminis se aburre y se torna inestable.

    A menudo prefiere mantenerse en la superficie de las relaciones, como quien prueba la temperatura del agua con los pies antes de sumergirse. Está lejos de hacer promesas de amor eterno. Para construir un vínculo estable necesita que haya siempre variedad, comunicación y que nunca desaparezca el interés y la curiosidad compartida.