El Sol en Libra

 

A partir de Libra el vínculo con otra persona gana un protagonismo mucho mayor, ejerciendo una influencia más notable, y siendo decisivo en la construcción de la identidad. La persona con el Sol en Libra parece haber realizado un posgrado en relaciones. En primer lugar, valora el encuentro de a dos y se siente profundamente vinculado a los demás. En Libra surge lo complementario y en esta dirección busca armonizar entre los opuestos, anhelando un equilibrio que siempre está perdiendo.

Esta conciencia de polos complementarios hace vacilar al Sol en Libra entre dos opciones. Siempre está comparando dos puntos de vista, y eso lo vuelve oscilante, dejando como saldo mucha indecisión y una posición imparcial en un intento de calibrar la balanza. El equilibrio, definitivamente efímero, lo sumerge en un esfuerzo continuo por sostener la estabilidad.

Libra es el signo de las relaciones, la belleza y la armonía, por lo tanto, la persona portadora de un Sol en Libra es alguien encantador, suave, delicado, atento, amable, seductor y formal. Pone mucha atención en las necesidades de los demás, registrando sus gustos y anticipándonos a sus deseos.

Su identidad termina definiéndose a partir de la presencia de otra persona, por lo tanto, le cuesta mucho descubrirse sin el espejo del otro. Podríamos suponer que su eje se ha salido de su propio centro y se ha desplazado hacia afuera haciendo girar la vida en torno a la vida de alguien más. La pareja ocupa un lugar muy importante porque se revela como un espacio de aprendizaje para sí mismo.

El Sol en Libra se mueve en un mundo de sutilezas, elegancia y ambientes refinados rechazando el ruido, la violencia y el conflicto que lo desequilibran hondamente. Anhela encontrar la belleza en todo. Este Sol es el que más se acerca al ideal de pareja. No es dependiente, pero prioriza el encuentro. Cooperación, negociación y diplomacia son sus claves no tan secretas. Le será difícil llegar a tener una discusión, porque le da la razón al otro, al menos una parte de la razón. En lo más esencial sólo anhela paz y amor.