El Sol en Leo

 

El Sol es el centro del sistema solar y por definición Leo es energía de centro. Este Sol se ubica en el centro de la escena, atrayendo la atención de los demás, de quienes rodean su círculo. Su movimiento lo lleva a centrarse en sí mismo y desde esta posición se diferencia de los otros. Leo siempre tiene su propio sello patentado. Es un modelo exclusivo.

La persona con el Sol en este signo encuentra lo más auténtico de sí mismo y lo expresa con mucha potencia. Su energía es exuberante, dramática y radiante. Su presencia no pasa nunca desapercibida, y como el mismo Sol es una poderosa fuente de energía y vitalidad. Desde su lugar central busca resonancia con el afuera, reconocimiento y admiración. Donde hay un centro siempre hay una periferia que ofrece una respuesta que confirma su identidad.

Tiene la habilidad de organizar casi cualquier cosa, asumiendo un rol de líder en cualquier circunstancia. El Sol en Leo nunca será subordinado, al menos energéticamente no está en su destino. Siendo rey aspira a ser tratado como tal, lo cual tiene sus consecuentes dificultades. Cuando se siente rechazado o ignorado, se gatillan todas las armas de las cuales dispone para llamar la atención, aunque ese despliegue esté desbordado de orgullo y soberbia.

La vida es un escenario y el Sol en Leo es el protagonista principal de su mayor obra. Suele sobreactuar todas las cosas que le suceden, nada es intrascendente en su vida y puede convertirla en una gran puesta en escena. Le gusta hablar de sí mismo.

No siempre la persona con el Sol en Leo se anima a dar rienda a toda la expresión de su energía. Hay muchos soles en Leo que andan entre bambalinas sin querer que los demás los noten. El lado tímido de este Sol está atrapado en el temor a no ser aceptado por los demás.

Su magnetismo hace que la gente no pueda dejar de notar su presencia en un lugar. No se trata de su imagen o su belleza, sino que lo que lo distingue es su porte y actitud. Irradia una luz propia muy brillante.

Al ubicarse siempre en el espacio de luz, su oscuridad queda negada. Sólo existe lo que hay en su consciencia, lo demás es un terreno inexplorado al cual no tiene ninguna intención de conquistar. Le es difícil comprender los aspectos inconscientes de su conducta y conectar son sus aspectos en sombra.

El Sol tiene analogía con el corazón, por la misma causa de centralidad. Así la persona con el Sol en Leo siempre se guía por sus corazonadas, todo lo hace de corazón, con mucho sentimiento, y una genuina generosidad.