Cuando Urano está en tránsito tiende a liberar la energía
que se ha quedado atrapada en viejas estructuras o inmovilizada en nuestro
inconsciente.
Como consecuencia del paso de Urano sobre algún punto
sensible de nuestra carta natal se activarán cambios, que no siempre resultarán
placenteros. Está bueno hablar de cambios, pero los que propone Urano en
tránsito pueden alterar totalmente
nuestra vida, nuestra imagen, nuestro estilo, todo lo que hemos construido de
acuerdo a nuestras viejas reglas. Las personas que son más rígidas son las que
peor reciben estos tránsitos, porque mantienen el control de sus
estructuras y Urano va a despertar viejos conflictos no resueltos, y los va a
desafiar a desandar toda la estructura que fue construida. Las personas más
flexibles quizá se adapten mejor a los tránsitos de Urano, ya que se dan
mayores permisos, pero en cualquier caso siempre
resultan movilizantes, y nos impulsan a una nueva forma de ser.
Esta puede ser una etapa muy creativa, tenemos que
reinventarnos y reunir los fragmentos de nuestra personalidad.
A todos nos gusta pensar que queremos ser libres, pero la
liberación de Urano puede no ser tan deseada como creemos en teoría. Nuestro
yo quiere controlar aquello que hemos liberado, y es un anhelo que resulta
imposible.
Cuando un tránsito de Urano nos atraviesa será mejor no
resistirse y acompañar esta energía en la medida que nos sea posible.
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